POR CARLOS REYES G.
Los festivales de historieta son de las pocas oportunidades que los autores de cómic pueden departir con sus lectores y en que estos últimos pueden conocer al fin a quienes les regalan esas páginas de dibujos secuenciales que tanto placer otorgan tanto a unos como a otros.
El afiche del Festival Internacional de Historietas Ciudad de Lima es obra del dibujante e historietista peruano Carlos Castellanos.
Aun recuerdo cuánto le debemos todos en Latinoamérica a ese hermoso festival llamado Viñetas con Altura que se realiza en Bolivia, el primero de una serie de eventos que comenzaron a estallar después en el resto del continente. Sin la aparición de ese festival que - a decir de uno de sus organizadores, el dibujante y animador boliviano, Joaquín Cuevas -se potenció luego con el de Morón en Buenos Aires. Ninguna de las conquistas comiqueras que tenemos hoy, serían posibles sin estos festivales internacionales. Estos eventos hicieron posible que por primera vez, los nuevos autores, pudiéramos conocernos y lográramos establecer redes de contacto y proyectos de historietas más allá de nuestros estrechos vínculos locales. Los festivales nos han abierto la cabeza a otras miradas y a proyectos internacionales conjuntos que lentamente fueron concretándose. En Bolivia, por citar algunos ejemplos, nació en Mayo de 2005, el proyecto internacional de Feroces Editores, que originalmente iba a cobrar vida en numerosos países solo se concretó en Chile en 2008. Allí en Bolivia conocí también a dos grandes amigos, el francés Thomas Dassance y al cubano Frank Arbelo, juntos a los que emprendí el proyecto internacional SudameryK!, que contempló cinco ediciones editadas en tres países, durante tres años. Aclaro aquí que solo estoy hablando de aquellos proyectos que conozco y que han visto la luz, junto a otros similares, gracias a estos festivales que han venido potenciando, desde hace poco más de 10 años, a toda la historia latinoamericana.
Hoy la lista de eventos internacionales de historieta es larga en y a los dos ya mencionados se han sumado: Crack Bang Boom, Viñetas serias y Comicópolis en Argentina; Montevideo cómics en Uruguay; Festocómic y La Mole ComicCon en México; Entreviñetas de Colombia; FIQ! en Brasil; Limacómics en Perú; Expo cómic, FIC Santiago, Valpocomics, De Culto y DibuArica en Chile, entre otros.
Esta vez me abocaré únicamente de los dos festivales de los que puedo hablar esta vez, puesto que fui invitado a ambos durante el 2013. Se trata del Festival Internacional de Historietas Ciudad de Lima, Perú y el de Comicópolis en Buenos Aires, Argentina.
1º FESTIVAL INTERNACIONAL DE HISTORIETAS, CIUDAD DE LIMA, PERÚ:
Entre el 2 y el 6 de mayo se desarrolló el 1º Festival Internacional de Historietas de Ciudad de Lima, organizado por la Municipalidad Metropolitana de Lima y la Librería Contracultura, uno de los centros neurálgicos de la nueva historieta peruana a cargo del librero y editor Benjamín Corzo. La librería contó con el apoyo de Avril Filomeno (dibujante y vieja amiga que también participó varios años en la organización de Viñetas con Altura en Bolivia), Oscar Malca y la asesoría del mítico dibujante peruano Juan Acevedo (El Cuy, ciudad de los Reyes) El resto del equipo organizador lo conformaron agentes municipales como Naná Lavalle, Alicia Zacarías y José Díaz, entre otros colaboradores.
El enorme hall de la casa Rímac.
Junto a Limacómics, el otro importante festival peruano que en 2013 se realizó entre el sábado 16 y domingo 17 de noviembre, este Festival Internacional de Historietas de Ciudad de Lima se perfila como un nuevo foco de interés para los lectores Limeños.
El festival tuvo un marco inmejorable: Es sabido que Lima es una ciudad bella que, a diferencia de Chile, sí ha sabido conservar sus construcciones típicas ofreciendo al turista un clima exquisito, nuboso en invierno y verano (como a mí me gusta) y con una oferta gastronómica que los ha hecho populares en todo el continente. Los invitados eran pocos, pero de lujo: Sergio Langer (Argentina) co-creador de la mítica Lápiz Japonés y de una larga lista de publicaciones de corrosivo humor gráfico; Fabio Zimbres (Brasil) Uno de los más destacados autores independientes de ese país, un multi-premiado dibujante en estado salvaje y creador de la editorial Tonto ediciones; Allan Sieber (Brasil) Inclasificable humorista y animador brasilero, oriundo de Porto Alegre; Diego Bianki (Argentina) Dibujante fundador de la exitosa Pequeño Editor y, por supuesto, mi compatriota el mítico Pepe Palomo, ultra premiado autor de fama internacional, creador entre otras obras de publicaciones como La Chiva y la mítica (y a estas alturas incunable) El Cuarto Reich. Elenio Pico, el otro invitado argentino, afincado en Europa, tuvo un problema de última hora y finalmente no pudo llegar al evento y debimos conformarnos con disfrutar de su exposición en su ausencia.
Alan Sieber, Carlos Reyes, Renso Gonzales de Carboncito, Pepe Palomo, Sergio Langer y Fabio Zimbres.
LOS DÍAS DE FESTIVAL
En el aeropuerto chileno, junto a Palomo, nos embarcamos en vuelos diferentes hacia Lima. Ya en el Perú, en el primer desayuno en el hotel (momento importante para hacerse una primera idea de los invitados a todo festival) fue la ocasión ideal para saludar a los viejos amigos (Langer y Zimbres) y hacer migas con los futuros nuevos amigos (Bianki y Sieber)
Al rato, ya caminábamos todos rumbo al lugar del evento, distante solo un par de cuadras del lugar donde nos hospedamos. En plena marcha alguien se percató de que en la esquina del nuestro hotel estaba la librería donde trabajaba otro importante personaje de la historieta peruana, Renso Gonzales, quien junto a su hermano Amadeo, dan vida a la revista Carboncito, publicación en la que han colaborado desde Power Paola (Virus tropical) hasta Matt Maden (99 ejercicios de estilo) Esta primera parada, con cerveza incluida, y junto al siempre cariñoso trato de Renso, hizo que el día comenzará de la mejor manera posible, amén de la enorme calidad de las publicaciones de la librería que hicieron temblar peligrosamente nuestros bolsillos.
La Casa Rímac (Jirón Junín, 323) fue el centro de operaciones de las actividades del festival que consistieron en talleres, charlas, muestras y feria de publicaciones locales. El lugar, situado muy cerca del Palacio de Gobierno del Perú, es un edificio espectacular, lleno de recovecos impensables. En medio del enorme hall de entrada, se ubicaron los fanzineros con sus publicaciones, lugar que durante los días del festival fue la plaza pública que me permitió el reencuentro con grandes amigos como los dibujantes Jesus Cossio (Rupay), Miguel Det (Novísima Crónica y mal gobierno) y Jorge Pérez Ruibal (Y se me presentó en forma de bestia); el gestor Chiqui Vilca (LimaCómics); el bloggero Gabriel Zárate (Ellectordehistorietas.blogspot.com) y me permitió conocer al fin a los dibujantes David Galliquio (Lito, El Perro); Eduardo Yaguas (Arte Virus) y Rodrigo La Hoz (Islas), pero también hubo oportunidad para acceder al trabajo de nuevas figuras hasta ese momento desconocidas para mí, como Oscar Alarcón (Ediciones La Mancha cómic); Francesca Lasarte (María Magdalena); Águeda Noriega (Agathós) y Juan Carlos Delgado (Fashionman79, Mil caras), entre otros.
En su primer día, el festival inició rindiendo un merecido homenaje a un grupo de antiguos historietistas peruanos: Francisco Miro Quesada, Hernán Bartra, Juan Osorio y Carlos Roose (Crose) Reconocimientos fundamentales para que los nuevos autores puedan construir el hoy desde la obra de sus predecesores.
El resto de las actividades, todas gratuitas, contaron con un público interesado, altamente respetuoso y que siguió con cuidado las charlas sobre historia de la historieta peruana y la escena actual, junto a l concurso Limatón de cómics y a los talleres de dibujo, guión, humor gráfico, fanzines y novela gráfica que brindamos los invitados internacionales.
El origen del festival estuvo claro desde el comienzo y así me lo refirió Benjamín Corzo, uno de los gestores del evento: “Vivimos el periodo de los Festivales de historietas en América Latina. A diario nos enteramos que se organizan y desarrollan en algún país vecino y constato con alegría que en muchos de ellos historietistas peruanos son invitados para exponer y disertar. Como siempre, Argentina lidera esta explosión de Festivales cuyos efectos han llegado al Perú. Aquí también las convenciones al estilo gringo o japonés se realizan periódicamente acompañando las películas y ediciones licenciadas por las grandes corporaciones tipo Marvel o DC”
Corzo señaló un punto medular del origen de este primer encuentro de historietas: “Un grupo de editores e historietistas locales nos propusimos organizar un Festival en el que el centro de las actividades fuese la historieta peruana, es decir aquella que (…) retrate los usos, modos y costumbres de nuestra sociedad. Con el apoyo de la Municipalidad de Lima pudimos armar un equipo que consiguió invitados internacionales de primer nivel y desarrolló un programa cultural que permitió la capacitación de nuestros historietistas, la revalorización del lenguaje de la historieta como un medio eficaz para nuestro desarrollo cultural y situar el Festival no en las páginas de farándula y excentricidades sino en las páginas y segmentos culturales de los diarios y medios masivos de comunicación peruanos”
En opinión de Corzo este primer festival cumplió con sus tres objetivos propuestos pues fue una: “Contribución al desarrollo de la historieta peruana mediante el homenaje oficial a sus mejores exponentes, capacitó a sus nuevos cultores y, sobretodo, puso al Festival y a la historieta peruana, durante sus tres intensos días de funcionamiento, como parte de la agenda cultural del país”.
LA POTENTE ESCENA PERUANA
Pero no es posible un buen evento de cómic sin obras que lo potencien. Y a este respecto, el Perú ofrece una historieta viva y rica en matices. Cierta cualidad salvaje, grotesca se cuela en las páginas de la historieta peruana más experimental como la de Jorge Pérez Ruibal y Eduardo Yaguas, ejemplos en que esta búsqueda se expresa vívidamente.
A través estos autores, desde puntos de partida y grafismos muy distintos, se puede acceder a universos imposibles de concebir más allá de las cajas craneales de sus creadores, pero que sin embargo dan cabal cuenta de pulsiones absolutamente reconocibles en con páginas que nada tienen que ver con las hermosas y edificantes imágenes de otras historietas al uso. Hay en ambos, atmósferas inquietantes que permanecen horas después de la lectura de sus obras.
El trabajo de Jorge Pérez Ruibal
Jesus Cossio es otro de los importantes autores del Perú y uno de los pocos representantes latinoamericanos del cómic documental. Su impresionante libro: Rupay. Historias gráficas de la violencia en Perú, 1980-84, que realizó junto a los guionistas Rossell y Villar, dio cuenta, por primera vez en historieta (y no sin despertar escándalo) el horror y la violencia racista y política de parte de la sociedad peruana, denuncia que Cossio continuó luego en su obra en solitario, Barbarie.
Página de Arte Virus de Eduardo Yaguas
Cossio se instala con plenas facultades en un espacio incómodo para el lector, ilustrando aquello que la sociedad ha escogido no ver. Logrando un impacto que bien escribió el dibujante e investigador chileno Vicente Plaza: “La sensación de terror visceral de Rupay viene desde luego por la representación gráfica y discursiva, pero principalmente surge debido a la realidad de los hechos narrados. La representación de lo atroz en los actos, en las expresiones faciales y en el lenguaje hablado actúa físicamente primero, en el lector, pues uno se siente en el lugar de las víctimas”.
Portada de la edición española de Rupay de Cossio, Villar y Rossell
David Galliquio, otro destacado dibujante peruano, ha buscado retratar, al igual que el chileno Christian Gutiérrez (Christiano) al personaje marginal, al lumpen, al antihéroe cuasi delictual con humor y sorna. Su notable, Lito El Perro, bebe de las aguas del cómic under norteamericano del que tal vez Wonder Wart-Hog de Gilbert Shelton, podría ser una influencia, pero Galliquio se apropia de sus referentes y crea un universo en su propia tinta, cóctel en el que mezcla altas dosis de incorrección política y humor para terminar construyendo con justicia, su propia sátira.
David Galliquio
César Santiváñez en guión y Carlos Lavida en dibujos fueron en 2010 finalistas del premio Contracultura de novela gráfica con Las moscas vuelan de noche. Obra desasosegante, dibujada en tonos rojizos por Lavida y en que Santivánez despliega dotes destacables en la escritura de un libro que cumple su propósito de estremecer sin evidenciar.
Desde la publicación de su libro, Novísima Crónica y mal gobierno, en 2011, Miguel Det se configuró para mí en otro de los referentes ineludibles del Perú. Su trabajo sobre la obra de Guamán Poma y la re-visitación que Det hace de la historia del Perú que el autor narra desde la creación del universo hasta nuestros días, es una obra maestra.
El cómic poético biográfico de Noriega y Det.
Ese mismo año,Det, junto a la dibujante Águeda Noriega, publica otro notable (y difícil) cómic: Conversaciones en la ciudadela de cartón, cómic biográfico del poeta peruano Martin Adán (Ramón Rafael de la Fuente Benavides) La búsqueda de Det y Noriega, en este caso, es el de una historieta intimista, fragmentaria, compleja que avanza con dificultad, pero que abre puertas auspiciosas y poco concurridas.
Venus Ataca, el cómic femenino en el Perú.
Las mujeres dibujantes peruanas han venido publicando sus trabajos, ilustrando su propia búsqueda en volúmenes como el compilatorio, Venus Ataca que ofrece trabajos de Águeda Noriega, Brenda Román, Alexandra Torres, Tilsa Otta, Giulianna Holguin, Tania Salcedo, Marta Postigo, Rita Ponde, Eliana Otta y Avril Filomeno.También está el trabajo de Francesca Lasarte y su María Magdalena, el colectivo Fulanas con su fanzine Cosas de chicas con historietas de las ya mencionadas Salcedo. Román, Noriega, Filomeno, Postigo, a las que se suman Nady Maguiña, Cristina Zavala y Ángela Ramos. Las mujeres peruanas,como bien escribe Rocío Silva en el prólogo de Venus Ataca: “…coinciden en mostrar una terca manera de de expresar la sensibilidad ante una sociedad que, aún hoy, sigue siendo sexista, subalternizadora, racista e injusta por lo tanto. En medio de todo, tener la capacidad y posibilidad de expresar sentimientos e ideas a través de la gráfica es un lujo que, cada una de ellas, aprovecha de la mejor manera”.
Del autor Juan Carlos Delgado conocí sus dos volúmenes de historieta, Mil caras y fashionman79, ambos trabajos lindan con lo poético intimista mientras retratan los mundos tortuosos y existencialistas de sus personajes a través de una técnica que oscila entre ilustración y la historieta.
A Rodrigo La Hoz le bastó solo un libro de cómic, Islas, para obtener un lugar de privilegio en la nueva historieta peruana y elogiosos comentarios en el extranjero. Cornelio, personaje protagonista en Islas, explora su biofilia (la misma de su autor) en enigmáticas páginas que muestran cómo la vida se abre paso en cualquier lugar, en todos los rincones imaginables y en todas las escalas posibles. Islas es otra muestra del vigor del cómic peruano y de la revivificadora mirada de sus jóvenes autores que no temen explorar nuevos caminos expresivos.
Portada del argentino Dr. Alderete para carboncito número 15.
Entre los fanzines destaca ciertamente Carboncito que crece año a año y que suma autores ya no solo peruanos, sino de talla mundial en sus, cada vez más acabadas ediciones, a cargo de los hermanos Gonzales, dibujantes notables y editores sagaces. Otros interesantes fanzines que pude ver son Animal Machine de Eduardo Yaguas, David Galliquio y BoShek; Miente y El invisible pájaro de los ecos, ambos de Oscar Alarcón (y este último junto a Alberto Alarcón); La Mancha Cómic, varios autores; Revista Delirantes, varios autores; Lucinda cómic de Alexandra Torres; Moko, varios autores; Agathós y Alter ego y Flaki de Águeda Noriega y Nº 0 deFernando Laguna Silva, entre muchos otros.
Animal Machine con portada de Yaguas
Diversidad, osadía y experimentación pued verse en todas estas publicaciones que apenas he sobrevolado en esta ocasión y que retratan, en mi apresurado juicio, el estado actual de la historieta peruana del siglo XXI.
POSTDATA:
La primera edición del Festival Internacional de Historietas de Ciudad de Lima, fue un evento notable por variadas razones: El Perú, su gente y su hospitalidad; los autores locales y su talento y lo más importante: Se trató de un festival en que la historieta fue la estrella de verdad y no un invitado más, perdido entre miles de actividades ajenas a ella como bailes, disfraces, juegos, etc.
Renso Gonzales y su portada-historieta para Moko número 6.
Estoy cierto que en su segunda edición el festival crecerá y comenzará su consolidación. Me congratulo por haber sido invitado y por la oportunidad única de reencontrarme con viejos y queridos amigos y por haber podido conocer a los nuevos creadores de esta potente nueva historieta peruana que se abre paso con calma y calidad en el variopinto panorama de la historieta latinoamericana del nuevo siglo.
En la próxima entrada: Comicópolis.
FIN 1º PARTE
GALERÍA FOTOGRÁFICA
El artista y editor argentino Diego Bianki fotografiando las muestras.
Compartiendo el primer almuerzo con parte del comité organizador.
La dibujante Avril Filomeno dando instrucciones durante el montaje de las muestras.
Poniendo a punto los últimos detalles del festival.
Benjamín Corzo, editor de Contracultura y organizador del festival.
La ceremonia de inauguración.
Los historietistas peruanos homenajeados: Francisco Miro Quesada, Hernán Bartra, Juan Osorio y Carlos Roose (Crose)
Los asistentes al taller de Diego Bianki.
Fernando Laguna y su fanzine Alkoholikos Kalaverikos.
El dibujante Juan Carlos Delgado.
Eduardo Yaguas junto a Animal Machine.
Zimbres, Sieber, Langer y Palomo en una de las tantas charlas del festival.
El jardín de los fanzines colgantes.
Personajes de la historieta peruana.
Langer y Reyes contemplan con horror el mítico ejemplar de la revista LápizJaponés cuáquero.
Chiqui Vilca y sus fotografiados, Gabriel Zárate y Langer.
Todos revueltos y de juerga, posando frente a la sede de alcohólicos anónimos de Lima.
Charla de historieta de Carlos Reyes.
Pepe Palomo firmando ejemplares del libro de humor Satánicos, editado en el festival por Contracultura
Sergio Langer, el otro satánico del festival.
Rodrigo La Hoz (autor de Islas) , siendo entrevistado por Carlos Reyes.
Miguel Det: Renovando la historieta peruana.
Historietistas del Perú.
Los fanzineros comienzan a despedirse.
El festival llega a su fin.
Excelente!, ojala puedan asistir mas representantes chilenos este año, como invitados y como publico.
Saludos.
quisiera saber mas de este Festival y ¡¿cuándo es el próximo?
Hola:
Hasta donde sé, el festival no tiene página web, aunque puedo equivocarme. Te sugiero entrar a la web de la librería de Benjamín Corzo y preguntarle a él por los detalles del próximo festival.
http://contracultura.pe/ o bien busca a librería Contracultura en su facebook que ahora no recuerdo.
Saludos
Buena crónica, saludos desde Perú !!
Saludos