Por Carlos Reyes G.
Este texto se publicó originalmente en el libro:”LNGCH, Obras completas” de Feroces Editores, Agosto de 2009.
Sísifo hizo enfadar a los dioses y obtuvo como castigo la tarea de empujar día tras día un enorme peñasco hasta la cima de una montaña, pero siempre antes de lograr su cometido, la piedra volvía rodando hasta el valle, perpetuando así eternamente la odiosa tarea del desdichado rey de Éfira. Este relato mitológico bien podría ser una metáfora de la no menos titánica (y aún más absurda) tarea de la edición de revistas, libelos y fanzines independientes.
La LNGCH tomando por asalto el Museo de Bellas Artes
Ciertamente estos creadores situados bajo el radar de la cultura oficial no son dioses ni semidioses griegos y nadie los ha condenado a nada que no disfruten, más bien son pequeños editores que muchas veces ni siquiera buscan ganar dinero con sus obras (lo que los sitúa claramente en una posición extraña respecto de los profesionales que se ufanan de serlo por el sólo hecho de entrar por la puerta ancha del circuito comercial) Los micro editores independientes se conforman con una más que esmirriada venta y, por supuesto, con la pasión fetichista del objeto creado y duplicado gracias a la maravillosa era de la “reproductibilidad técnica” (Cuanta razón tenía Benjamin) para luego poner esa obra, ya despojada de su aura, en circulación y a veces hasta gratuitamente. ¿Por qué tamaño desacierto? Se preguntará un editor serio. ¿Por qué tanta estupidez? Acotará el ingeniero comercial.
El cortometraje “La cordillera de los Andes”
Simple. Este tesón responde a la necesidad vital de expresarse a toda costa. A ese impulso, para muchos primario, de poner en papel sus obsesiones, de dibujar sus miedos, de comunicar sus deseos, ganas, rabia o risa. Así son estos hijos bastardos del fanzine autogestionado, del pasquín de tiraje ínfimo y de tamaño reducido, impreso en couché o en un papel de menor calidad, en offset o impresión digital, con lomo o corchete, en cuatricromía o a todo “blanco negror” y que muchas veces ofrece el valor agregado de un detalle hecho a mano, la exhibición de un pequeño desliz que lo vuelve una edición de culto, esa clase de cosa linda que se hace sólo una vez, única e irrepetible.
Ilustración de Rodrigo Salinas para la LNGCH
LA DIÁSPORA ORIGINARIA
La agrupación “La Nueva Gráfica Chilena” (LNGCH) comparte esta misma, absurda y maravillosa premisa editora que está siempre detrás de cada una de sus delirantes iniciativas. El colectivo nace tras el cisma de “Kiltraza”, ruptura que escenifica en su momento el estado de tensión creativa entre Rodrigo Adaos y Rodrigo Salinas (cuya amistad pervive hasta el día de hoy) y sin cuya separación, nada de esto hubiese sido posible. Gracias muchachos por haberse puteado en aquel entonces.
Tras la diáspora, Rodrigo Salinas y un grupo de artistas, dibujantes y diseñadores inician su periplo como LNGCH en el año 2000. El colectivo (a ratos anárquico y algo desarticulado) se inauguró oficialmente un aciago día sábado en una simbólica ceremonia afro-celta realizada frente a la sede del Sindicato Gráfico Nº 1 y que contó con la gentil presencia de unos patos domésticos. Desde entonces el grupo ha venido entregando una ejemplar cantidad de publicaciones gráficas, revistas de historietas e híbridos inclasificables. El tiempo ha visto desfilar publicaciones como Rata Galdames Land, Morgan Shyla, La Muerte del Sheriff, Arturo Prat is not dead, Los Viajes de Massachusets, Robot Tercermundista, La refundación del acantostega rebelde, PC, La Foto Normal, La Isla del No, La Inconmensurable Machupichulandia (Into The Hive), las letras A, E, I, O, U, centenares de stickers y varios cortometrajes como “Rata Galdames”, adaptación del cómic homónimo; “La cordillera de los andes, un canto a la vida” ; “Niño bomba”; “El túnel” y “La represa”.
Algunas publicaciones de la LNGCH
A esto se agregan postales, exposiciones, posters, catálogos, performances y una serie de publicaciones agrupadas bajo el nombre genérico de “La nueva galería de bolsillo”, colección que sus editores dicen que cancelarán al alcanzar los 100 números y a través de la que han venido difundiendo trabajos de la propia LNGCH e invitados especiales y que por estos días ya suma 30 números.
Todas estas son ediciones que se consiguen únicamente en los eventos de lanzamiento y en las ferias de fanzines a las que el colectivo es tan asiduo, como bien lo expresa el propio Rodrigo Salinas: “Para mí, estar en ferias (…) es por lo que hago fanzines y más allá de que nunca nos ha ido tan bien vendiendo fanzines y definitivamente no nos podemos dedicar y vivir de esto, es lo que nos mueve, lo que nos gusta. Es como el librillo que hicimos de “Bolivian experience”, es como la misma situación. Te traen unos sanguches y uno come en el stand y entra la gente y pregunta ¿Y ustedes quiénes son y qué hacen? Y hay que explicarles el proyecto. Yo creo que estas ferias al final son para encontrarse con los amigos. Con la poca plata que uno recauda en estas ferias, siempre termina comprando fanzines de los demás. Claro, porque uno se pone al día con lo que está haciendo “Kiltraza”, el Garvo, “Informe Meteoro”, la Melina o se compra la cajita de “La Ronckanblus”. En el fondo… invirtiendo en revistas. Quizás a los únicos que les interesan las revistas, sea a los que hacen revistas. En el fondo por eso estamos todos acá. Aquí no hay una editorial que venga con nosotros y no hay una voz por un altoparlante que diga: “Se encuentra el dibujante formando sus ejemplares en la feria del libro” ¡No! Esta gueá es pura autogestión”. (1)
A menudo las diversas publicaciones del colectivo han buscado primero la risa, el asombro, la extrañeza y hasta la complicidad en la explicitación velada, o evidente, de un sinnúmero de citas y referentes ofrecidos a sus avezados lectores. Muchas de las ediciones abordan temas como la normalidad, el dibujo de los no dibujantes, las fotografías no profesionales, el boceto elevado a la categoría de arte pop o la revisitación de íconos históricos como Arturo Prat o provenientes de la cultura televisiva como Mario Kreutzberger, Don Francisco. La ironía incluye a personajes de la historieta local como Mampato y Condorito y alcanza hasta la publicidad y los logos de viejos productos, además del constante uso de cierta música ochentera que marca el territorio con un guiño kitsch, una suerte de viaje temporal a la infancia de los miembros de la LNGCH o de una perversión irónica de sus sueños infantiles ¿Trauma, memoria, homenaje?
Los primeros 10 números de la colección Galería de Bolsillo de la LNGCH
ARCOIRIS Y TRAN-SI- SIÓN
Otra importante vertiente de la LNGCH tiene que ver con el diseño y las artes visuales, desarrollado principalmente a través de los trabajos gráficos de Pablo Castro y Rodrigo Dueñas en ediciones como PC y Sicodelia UP, respectivamente. Los stickers de superherores chantas, stencils y cierta íconografía urbana han sido también temas de gran interés para el grupo que ha producido (y propiciado) gran cantidad de este tipo de obras efímeras, pero que también han dado vida a trabajos, a mi juicio, señeros y que merecen especial atención. Tal es el caso de la notable y poco comentada historieta “La Isla del No” de Rodrigo Salinas. Esta revista, de papel roneo y con una portada-poster dibujada por Hervi e impresa en papel couché, es la más descarnada obra que se haya realizado hasta ahora sobre la transición democrática chilena. En el prólogo de dicha historieta escribí algo que reitero en esta autocita: “Es primera vez que Rodrigo flirtea con el dolor. Nos tenía demasiado acostumbrados al humor absurdo y surreal, tan caro al espíritu de niño grande que siempre prodiga entre sus amigos. Pero esta vez algo ha cambiado. Persisten las alusiones a su infancia, los innumerables referentes a íconos de la publicidad y la TV criolla y ese sutil giro perverso del ideario infantil que siempre campea en sus trabajos (…) “La Isla del No” es la continuación del imaginario creado por el dibujo de Hervi. Sus protagonistas, redibujados por Salinas, están arrancados de las páginas publicitarias de nuestra infancia: Los carabineros 555 y 777, los pacos Light y amables hasta la estulticia. Los mismos de la legendaria frase publicitaria: “Una amigo en su camino”. Le siguen, la mirada Huinca y prejuiciada que tenemos sobre nuestros pueblos originarios encarnados en el ícono de Shyf y la joven nativa de Leche Sur. Ambos representantes del ideario indígena en la historia del diseño nacional. Más cercanos a la figura de un indio Sioux norteamericano y a una Hello Kitty con fiebre hippoidea, que al mundo mapuche. Cultura pop a destajo en un drama que Salinas pinta con la transparencia y franqueza de un cuento infantil: “Les perdonaremos la vida, si ellos piden perdón y prometen portarse bien”- dice el indiecito. En la próxima viñeta los carabineros acotan: “Pedimos perdón por haber matado indiecitos durante nuestro gobierno y prometemos portarnos bien” reconciliación en polvo, instantánea e indolora. En pocas páginas y sin piedad. Salinas investiga ferozmente y retrata en clave de oscura ironía el gran tema tabú de nuestra TranSIsión” (3)
El tema de la transición democrática y la deconstrucción de los íconos de la historieta han sido abordados una y otra vez por el colectivo. Recordadas son las performances de Winnis, el desencantado superhéroe de la LNGCH, cuyo devenir ha sido diseccionado atentamente por César Gabler: “Winnis no puede levantar banderas idealistas, su corazón está lejos de la retórica al uso, ese heroísmo impostado que ofrece el pecho en un teatro mediático. (…) Conclusión: un superhéroe que no vuela, que no corre siquiera y camina cansado por las calles o el litoral es un fracasado… o es Winnis. Superhéroe en el que se confunde la decepción frente al final ¿definitivo? del sueño comunista y la frustración frente a la ambigüedad del periodo concertacionista” (2)
Winnis, el superhéroe del pueblo.
Mucho del material producido por el grupo sería inviable en una editorial común, no sólo por su aparente ilegibilidad, sino también por su precario alcance mediático, por la diversidad de sus formatos, por su búsqueda estética o por el simple desenfado de sus propuestas. No obstante, nada de esto fue óbice para que Salinas publicase en el 2005 una lujosa edición de “La calma después de la tormenta”, obra que compiló sus trabajos (todos inscritos en la producción de la LNGCH) entre los años 2000 y 2005. El volumen, editado bajo sello Aplapac, fue posible gracias al aporte del Fondo del Libro.
EL FUTURO: MÁS DE LO MISMO.
Por ahora, la LNGCH, aunque a ratos pareciera desaparecer brevemente del panorama, mantiene intacto el humor que la ha caracterizado y sigue llena de proyectos. Al mismo tiempo, al alero de sus fronteras, ha surgido una nueva empresa editorial: “Feroces Editores”, agrupación creada por Beatriz Salinas, Rodrigo Dueñas, Rodrigo Salinas y Carlos Lechuga, habituales cómplices de la LNGCH. La naciente editorial independiente pretende hacer ediciones de historietas en formato de libros, a precios accesibles y tiene como uno de sus principales objetivos visibilizar y tender puentes entre lo mejor de la tradición de la historieta chilena y los trabajos de las nuevas generaciones.
Algunos de los más acartonados miembros del colectivo.
Por ahora LNGCH continúa produciendo revistas que vende (o simplemente regala) en las ferias de fanzines y en los eventos de historietas y sigue pensando en nuevas revistas y montajes de exposiciones que jueguen con la querida narrativa gráfica, el pop y algo de su delirio habitual. Todas las señales son inequívocas al respecto e indican claramente que la misma vieja estupidez de publicar revistas sin futuro, se mantiene viva en las filas y en la producción del colectivo. Al parecer este es un espíritu que permanecerá latente entre sus desmembrados miembros por mucho, mucho tiempo más.
Sísifo estaría feliz.
NOTAS:
(1) Lechuga, Carlitos, “Rodrigo Salinas: Ratoncito de fanzinoteca”, entrevista disponible en línea en Ergocomics
(2) Gabler, César, “Un arcoriris mal lubricado, The uncanny Winnis” en “Winnis”, catálogo de la galería Gabriela Mistral, páginas 10, 11, junio, 2006, Santiago de Chile.
(3) Reyes, “Lechuga”, Carlos, “El largo amargo y sinuoso camino de la tranSIsión” en “La Isla del No”, LNGCH, 2005, Santiago de Chile.
OBRAS PUBLICADAS POR LA NUEVA GRÁFICA CHILENA:
Arturo Prat is not dead. Autor: Rodrigo Salinas
PC. Autor: Pablo Castro
Rata Galdames Land. Autor: Rodrigo Salinas
Morgan Shila. Autor: Rodrigo Salinas
Robot Tercermundista. Autor: Manuel Rodríguez
Pintura en gral.,letreros, calefonts y otros. Editores: Matías Iglesis y Roger Consciente
La foto normal. Varios autores. Editor: Tomás Vega
La refundación del acantostega rebelde. Varios autores
Los viajes de Massachussets. Autor: Rodrigo Salinas
La isla del No. Autor: Rodrigo Salinas
La inconmensurable Machupichulandia. Varios autores
La Nueva Galería Gráfica Chilena
LNGCh Road to the Triennal
La Nueva Galería de Bolsillo:
N°1 El comienzo de una mala idea
N°2 Color PC. Autor: Pablo Castro
N°3 La Tormenta.Autor: Rodrigo Salinas
N°4 La pequeña bondad humana. Autor: Rodrigo Lagos
N°5 Bolivian experience. Autor: Carlos Reyes G.
N°6 La liga de los separados. Autor: Christiano
N°7 El escape del infrahombre. Autor: Diego Maya
N°8 Solologos. Varios autores
N°9 Sicodelia UP. Autor: Rodrigo Dueñas
N°10 Los Muebles. Autor: Los Muebles
Este es un texto fundamental, lectura obligatoria, testamento y prólogo. Gracias por la publicación.
Hace como 10 años que vi el corto de cordillera de los andes. Alguien podría decirme donde puedo encontrarlo?
Hummm… Salinas y la nueva grafica chilena (LNGCh) lo estuvieron vendiendo durante un rato. Ahora no sé dónde se pueda encontrar. Ingresa a http://www.lngch.cl y revisa cuando tengan alguna actividad pública y les preguntas tú mismo.
Saludos