POR CARLOS REYES G.
Recién en la página 20 Capitán Garra nos revela ¿su verdadero rostro?
En las postrimerías de la Guerra del Pacífico- cruenta como todas las guerras y de las que nadie puede sentirse orgulloso- surge en el desierto de Iquique un amnésico oficial chileno conocido como Capitán Garra, el que junto a Lam su compinche chino se abren camino en la aventura, mezcla de relato policial, histórico y fresco de fines del siglo XIX. De eso se trata “Capitán Garra: Los lobos del desierto”, editado en diciembre de 2010 por Tajamar Editores.
Garra, como el protagonista de Perramus de Breccia-Sasturain, también ha olvidado parte de su terrible pasado, lo que lo llevará a iniciar una búsqueda interior que busca encontrar su propia verdad en los recovecos de la aventura decimonónica, revisitada para los lectores del siglo XXI por el escritor, periodista, humorista gráfico y dibujante José Gai que realiza un cruce interesante entre la investigación policial (recordemos que ha publicado “El Veinte” una novela del género) y la novela histórica (“Los Lombton” es otra de las novelas de Gai que se inscribe en este categoría), la aventura física y la búsqueda interior, habitualmente dos caras de una misma moneda.
Gai nos muestra a l Capitán Garra sumido en la pérdida y el horror en el mejor escenario para ello: el desierto, pero retarda la parición del rostro de su héroe hasta la pagina 20, en que vemos su reflejo adusto, inmutable en un espejo. ¿Quién es en realidad este extraño personaje que no sólo ha olvidado parte de su pasado reciente, sino que además ha roto con buena parte de su privilegiado pasado familiar por decisión personal? (El Capitán Garra no es otro que Joaquín García- Huidobro) El héroe se nos presenta así como doblemente desgarrado.
Un cruento y efectivo comienzo de la historia y una ágil puesta en página.
Gai se sumerge, como no sucedía hace mucho en la historieta local, en la aventura clásica para contar una historia compleja, llena de personajes que se van revelando paso a paso y que avanza firme y clara en las 90 paginas de historieta, la que se inscribe holgadamente en la reciente terminología de Novela Gráfica.
Capitán Garra tiene lo que otros trabajos recientes en Chile no han sabido proveer:: Un guión sólido que no se desarma al avanzar, que atrapa y que está llena de secretos, algunos de los cuales se ofrecen a la luz en este libro y otros que permanecen en la semipenumbra de la esperada segunda parte de la obra que ha sido concebida por su autor como una trilogía. No obstante, la obra puede ser leída perfectamente como un libro unitario sin prejuicio de su futuro desarrollo. Otra característica importante es una puesta en página que se percibe reflexiva, cuidada y una historia (escrita y dibujada) llena de una buena paleta de recursos narrativos no tan habituales en los dibujantes locales. El libro está plagado de personajes claramente diferenciables, cada uno de ellos, retratado con pocos destalles, un gesto, un globo de texto, pero que, no obstante, logran crear la fantasía de una vida mayor, otro logro que se debe a la calidad de escritor de Gai y a su capacidad de crear personajes que se perciben vivos en la página. El dibujo es otro acierto del libro: un grafito que revela sutilmente las formas, acompañado de aguadas que le dan profundidad. El trazo de José Gai se revela a sí mismo como dibujo, se exhibe en su construcción, lo que resulta notable en varias viñetas de la obra, lo que sumado a un rotulado realizado completamente mano por el propio dibujante, revelan las cualidades autorales de la obra que él ha querido ofrecer a sus lectores.
La investigación histórica es otro elemento a tomar en cuenta en Capitán Garra, pese a que el propio Gai ha descrito en el postfacio del libro algunas de las licencias que se debió tomar en beneficio del desarrollo del guión, pero que no disminuyen el trabajo de documentación general.
Capitán Garra y su fiel ayudante Lam en las calles de Iquique, recordando el pasado reciente.
La cita inicial de Fontanarrosa, extraída de la mítica revista Fierro y diversas constantes de la historieta aluden claramente al maestro Hugo Pratt y su creación, Corto Maltés, el más grande de todos los aventureros del cómic mundial. El uso de las onomatopeyas, perdido en gran parte en los comics más realistas de los 90, surge aquí como cita y como característica insoslayable de lo clásico.
El héroe de Gai es humano, lejos de la perfección, no duda en asesinar para salvar la vida, teme a sus recuerdos a medida que los descubre, ha padecido una guerra que ha enfrentado a países hermanos por intereses extranjeros, sufre la traición, conoce la diferencia entre el amor y el sexo, entre la amistad y la conveniencia. Hay rabia en Capitán Garra, hay dolor, hay humanidad lejos de la perfección. No es el héroe norteamericano casi inhumano, aquí las cosas fallan, los tiros yerran, los golpes duelen cuando son dados y cuando se reciben y algunos enemigos logran burlarlo.
Es una novela gráfica que no gustará a los que buscan la experimentación o la cita autorreflexiva posmo, ni a los que buscan referencias múltiples de las obras de otros autores locales. Pero satisfará, sin duda alguna, a los lectores de una historieta legible, con un héroe que no tiene nada que envidiar a los de la tradición cinematográfica o literaria.
El único punto débil es la portada del volumen. Confusa por la excesiva superposición de imágenes y poco atractiva y elemento vital a la hora de la compra del lector desprevenido y casual.
Es sintomático que ahora, tras la absurda destrucción del periódico “La Nación”, casa habitual de las ilustraciones y el humor gráfico de José Gai, éste haya saltado al mundo de la novela gráfica como la continuación natural de su obra.
Como siempre ahora es el turno de los lectores, el momento de saber como responderán ante una obra como ésta y que el autor pueda cumplir, más allá de los plazos y el contrato editorial, la promesa de terminar la trilogía del Capitán Garra.
Ya la estoy esperando.
El clásico bar de la aventura tradicional.
¿Dónde se podrá adquirir la revista del capitán garra?
Estimado Comicnauta:
El libro se puede adquirir en la mayoría de las librerías. Donde con seguridad lo hallarás es en la galería Plop, Merced 349, local 7, cerca del metro Bellas Artes.
Está increible el apartado gráfico y narrativo de este trabajo. Creo que con la portada se pudo hacer algo mucho mejor. Esperemos que en próximas ediciones este aspecto sea digno del contenido.