Muchas revistas se acumularon desde mediados del 2008 hasta marzo del 2009 en mi biblioteca. Su atenta lectura me llamó la atención por varias razones. Primero por la cantidad de nuevas ediciones independientes, luego por su variedad estilística y más tarde por su diversidad y origen latinoamericanos. Todas estas publicaciones merecían hace rato un comentario que diera cuenta de ellas. Al fin saldo esta cuenta pendiente con sus viñetas.
ENTREACTOS
Guión Laura Vásquez
Dibujos: Dante Ginevra
Editorial Domus, 2008.
Argentina
Esta historieta fue publicada originalmente en España en el 2004, pero esta edición ampliada a cargo de Domus editora, nos llega con fecha del 2008. De entrada el título alude a ese espacio fuera de la representación, ese momento en que se hace una pausa en la narración, a ese lugar opuesto a la ficción que es al que Vásquez y Ginevra quieren invitarnos a entrar en las páginas de esta historieta.
Las viñetas nos relatan retazos de las vidas de Lucas, Mariana, Gonzalo y Jazmín. En seis breves capítulos, separados por contundentes elipsis temporales, se nos narran las historias cruzadas de estos cuatro personajes que aciertan, se equivocan, se enredan o se pierden con la facilidad (y fragilidad) de personas como tú y yo. En eso, el guión pequeño y efectivo de Laura Vásquez se mueve con soltura y sobre todo con respeto. Si, porque bien que se cuida ella de no juzgar a sus creaciones, sino de dejarlas fluir, a pesar de que no hagan siempre lo que a ella le gustaría que hicieran.
Cada capítulo logra con pocos elementos un fresco total del estado de situación de los seres que pueblan cada página de esta historieta de corte intimista, pero para nada "mamona".
La historia se deja leer con claridad y deja en el lector el amargo sabor de indagar, de penetrar aún más en los mecanismos que insuflan las emociones que a su vez mueven a estos cuatro personajes. Cada uno de ellos nos abren su ficción con la naturalidad del entreacto, ese momento en que el actor y el espectador abandonan sus roles preestablecidos mientras se fuman un cigarro, unos en el hall y otros en el camerino del teatro. Instante de suspensión de ese tácito acuerdo que los distancia en el maravilloso espacio que va de la butaca al escenario. Abolida la ficción, solo la "realidad" tiene cabida con todas sus torpezas y cabriolas.
Sobre Dante Ginevra, nada que hacer. Se mueve aquí en un estilo que desconocíamos, pero siempre con talento y oficio. Ya en "El Asco", historieta realizada con posterioridad a "Entreacto", (2007, Domus editora) con guión de Diego Agrimbau, el dibujante nuevamente aborda la vida de seres comunes, complejos, pero con un trazo diferente. Particularmente no podría afirmar cuál de sus estilos me gusta más, sino solamente decir que ello habla muy bien del talento de este joven narrador gráfico. Recomendable absolutamente. Lo inquietante: ¿habrá más?
ME LLAMAN PULP!
Guión y dibujos: Claudio Muñoz, Caoz.
Mythica ediciones, 2008.
Nº 1 de 8.
Chile.
Caoz ya había dibujado la serie Mythica para esta misma y novel casa editorial, pero con guión de Marco, Manquenahuel, Rauch. En aquél trabajo no se había apreciado el verdadero talento de este joven autor chileno. Todo lo ahogado, lo reprimido que parecía estar en esa primera historieta, debido tal vez al carácter épico de la misma, se desata aquí en esta historieta de su total autoría. Y se nota.
La historia, tributaria del pulp norteamericano (de ahí el evidente guiño del título y las inevitables citas tarantinescas) cumple los requisitos del género. Pervierte la temporalidad, pinta retratos de tipos rudos y ásperos, está cruzada de personajes que no son lo que parecen, se desarrolla en un ambiente en que se huele la traición y abre con la consabida partida de póker. La historia seduce de entrada y logra el mejor cumplido que una historieta seriada puede obtener de su lector al cerrar la última página, se espera con ansias la segunda parte.
Caoz es un dibujante con un estilo reconocible, propio, que exhibe sin problemas sus influencias, pero lo más importante es que es un artista que no sólo puede mejorar, sino que está haciéndolo de la mejor forma posible: publicando.
A no perderse esta miniserie de 8 números que promete. Me anoto para los siguientes, si el asunto se sigue perfilando como este primer episodio lo anuncia.
LA FIESTA PAGANA
Varios autores
La Rosca comics, 2008.
Bolivia
La historieta boliviana crece a pasos agigantados desde un tiempo a esta parte. Tal vez una de las razones de ello, sea que en La Paz se realiza desde hace varios años, "Viñetas con altura", uno de los festivales internacionales de historieta, más grande y prestigioso del cono sur, lo que ha permitido a los creadores bolivianos codearse directamente con lo mejor de la historieta europea y sudamericana, lo que redundó en que comenzaran a prodigarse las ediciones de fanzines y revistas de historietas en un país con poca tradición historietística, haciendo madurar a sus creadores gracias a la publicación.
"La fiesta pagana" es una buena muestra de esta notable evolución. Por sus páginas desfilan Susana Villegas, Alejandro Archondo, Jorge Siles, Avril Filomeno, Joaquín Cuevas, Iván Cáceres, Alexandra Ramírez, Alejandro Salazar, Edwin Álvarez, Paola Guardia y Frank Arbelo. Lo hermoso de todo, es que todos ellos han logrado plasmar, en trabajos de vocación muy localista, una mirada que no resulta ajena a ojos no bolivianos. Las historietas trascienden lo particular y se abren al lector extranjero con menos matices, tal vez, pero no con menos fuerza.
El volumen tiene espacio para la experimentación como en el caso de "La Danza" de Jorge Siles y "Larva Diablo" de Joaquín Cuevas y también se abre a la sensualidad y la mitología revisitada de "Devoción" de la gran Susana Villegas. No obstante, todos los trabajos, están marcados por la hibridación cultural de un país que busca asumir sin temor su origen mestizo. "La cita" de Alejandro Archondo logra un momento de bella intimidad , mientras que "Q.E.P.D" de Edwin Álvarez, "Alasita" de Avril Filomeno, "Rotucha" de Iván Cáceres, "Retrato de un corazón" de Alexandra Ramírez y "La fiesta" de Paola Guardia, crean en conjunto un universo único, a medio camino entre las festividades religiosas, el riquísimo sincretismo cultural de su país y una historieta que con valentía busca su lugar en medio de todo ello, tratando de no recurrir demasiado a modelos copiados del extranjero y cuando se lo permite, lo hace, sólo para pervertirlos en la exhibición de lo propio. Como siempre el trabajo de Alejandro Salazar (Alazar), destaca hasta cuando quiere ser simple, mientras que Frank Arbelo, el cubano que ya tiene a Bolivia entre la carne y la piel, habla del extrañamiento del exilio con la precisión y la síntesis que le son características.
En buena hora, la historieta boliviana luce fuerte, joven, saludable y la cuidada edición de "La Fiesta Pagana" es una prueba concreta de ello.
FIN PRIMERA PARTE