Ilustración de Francisco Correa
Maestro y pionero de la CF chilena abandonó en Marzo de 2008 este plano de realidad, legándonos una obra no sólo ligada al género, sino también a la historieta y la ilustración. Un modesto homenaje al padre de toda una nueva generación fantástica.
Hace unos días, durante el mes de Abril, nos enteramos del fallecimiento de Hugo Correa, autor de novelas de ciencia ficción y uno de los pioneros del género en Chile y que además tuvo una relación muy poco conocida con la historieta nacional.
Nos permitimos recordar una serie ilustrada llamada "El amigo de los discos voladores", publicada en la clásica revista "Mampato" hace más de 30 años. Según recordamos, fueron más de una decena de cuentos de 3 a 4 páginas, que contaban con dos leyendas: textos de Hugo Correa y dibujos de Jorge Pérez Castillo, hermano del gran Arturo del Castillo. No en todos los capítulos constaba el nombre de Hugo Correa, pero estimamos que la serie completa fue de su autoría.
Para los jóvenes de esos años, era emocionante regresar cada cierto tiempo a las aventuras de este muchacho chileno llamado Alejandro, que en ocasiones era acompañado por su fiel perro Toqui, y que había sido elegido por los Discos Voladores para viajar por la tierra y otros planetas, ayudando a humanos y extraterrestres. Correa ponía a Alejandro en situaciones reconocibles, rescatando a un secuestrado por un grupo guerrillero o ayudando en la recuperación de un platillo volador herido.
Uno de sus cuentos: "Meccano" fue ilustrado por su hijo Francisco Correa en la misma revista y luego, años después, transformado en una historieta para la revista "Acido", una de las publicaciones del boom de las historietas de fines de los años 80.
Sin duda, Hugo Correa, fue un pionero de la ciencia ficción y un maestro para las nuevas generaciones de jóvenes escritores.
En Ergocomics, como homenaje y recuerdo, les invitamos a conocer algunas de las páginas de las aventuras de Alejandro y sus amigos, los platillos voladores.
Mauricio García
"Y tal vez el universo crece, crece hasta llegar a Dios, o a la nada?"
Los Altísimos
Este marzo, la nueva camada de jóvenes escritores de CF chilena ha perdido su referente más importante, a su maestro, el señor Hugo Correa. Un escritor agazapado en el rincón menos luminoso y escasamente frecuentado por la inteligentzia local, el rincón del género, el de la ciencia ficción, ese híbrido poco serio y escasamente habitado por los escritores de tomo y lomo, esos que se ocupan de los grandes temas? y que, quizás muchas veces, a hurtadillas hojeen acaso alguna novelilla de. Dick o Bradbury para acceder a los ingentes descubrimientos de los escritores "menores".
Hugo Correa es uno más de los nuestros que se va sin reconocimientos, entrevistas ni reediciones, únicamente vestido con las brillantes páginas de sus obras, clásicos no reconocidos por el canon chilensis que lo ignoró por completo, pero que traducidos, fueron (son) leídos en otras latitudes.
La nueva camada de la CF Chilena le debe mucho al esfuerzo ciclópeo de Hugo Correa que destella y titila en sus discípulos (declarados o no) como Sergio Amira, Jorge Baradit, Luis Saavedra, Sergio Meier, Marcelo Novoa, entre muchos, muchos más que sería largo enumerar. Ellos abren hoy nuevos caminos a la fantasía y la CF en sus múltiples vertientes, complejizando la búsqueda, retorciendo las certezas y extremando los recursos del maestro.
Sobre Hugo Correa se puede decir mucho y cierto: que fue un adelantado, que hasta el propio Bradbury le dio su respaldo, que publicó en las revistas especializadas "The Magazine of Fantasy & Science Fiction" y en la "International Science Fiction", que la prestigiosa revista española "Nueva Dimensión", lo destacó dedicándole una de sus ediciones.
No obstante en Chile, sus lectores fueron escasos pero apasionados y otros tantos habrán hojeado, acaso sin saberlo, algunos de sus cuentos escritos para la popular revista Mampato.
Permítanme refrescar su memoria.
¿Se acuerdan de Alejandro, el muchacho que hacía amistad con un platillo volador? Sí ese platillo que estando herido abría sus valvas, sí porque claro, era un ser vivo, una suerte de bivalvo interestelar, un ser orgánico e inteligente capaz de desplazarse en el espacio y de comunicarse con otras especies.
¿Recuerdas las aventuras que vivieron juntos? Y a modo de corolario, ahí estaban las magníficas y minimalistas ilustraciones de Jorge Pérez Castillo, otro gran maestro desconocido, del que se dice que no sólo dibujaba todo el tiempo sobre servilletas y hojas sueltas, sino que además muchas veces aquellas bellas imágenes que ilustraron los cuentos de Hugo Correa, eran barruntadas por Pérez Castillo apresuradamente en la misma redacción de la revista. Juntos publicaron en la querida revista Mampato, CF dirigida a niños y adolescentes de la mano de Alejandro, su perro Toqui y el Disco, el amistoso platillo volador que junto al muchacho terrestre vivieron fascinantes aventuras.
Pero no sería hasta Meccano (cuento publicado en el libro "Cuando Pilato se Opuso" de 1971 y en la revista "Internacional Science Fiction" Nº 33) que Hugo Correa incursionaría directamente en el lenguaje de la historieta, adaptando este cuento de su autoría. Junto a su hijo Francisco, dio vida en imágenes a una historia de pasiones y venganzas que superan los límites del tiempo. Un pequeño cuento de CF clásica, coronado por la presencia ciclópea de un ser mecánico que cumple las órdenes programadas por Daniel, su amo muerto mil años atrás.
Los libros de Hugo Correa aún esperan ser leídos y descubiertos por nuevas generaciones de lectores. Muchos que, seducidos por sus mundos de fantasía, ya están logrando por estos días que la literatura chilena fije sus ojos en esa deslumbrante luz que brota del pequeño y olvidado rincón fantástico de las letras criollas y que hoy, como una gran nova, fulgura ce(se)gadoramente después de tantos años, gracias en parte a la inquebrantable voluntad y tezón de autores como el señor Hugo Correa, escritor de avanzada y cartógrafo de tierras desconocidas.
Mis respetos.
Carlos Reyes G.
Bibliografía básica de Hugo Correa:
- "Los altísimos" (1959)
- "El que merodea en la lluvia" (1962)
- "Los títeres" (1969)
- "Cuando Pilato se opuso" (1971)
- "Los ojos del diablo" (1972)
- "El Nido de las Furias" (1981)
- "Donde acecha la serpiente" (1988)
- "La corriente sumergida" (1991)
- "La teleportación es un deporte para mayores", en la compilación de CF chilena: Años Luz (2006)