Publicaciones Portuguesas

Descubriendo la "Banda Diseñada" Portuguesa

História de Lisboa, II volumen, 1580-1974. Guión de A. H. Marques y dibujo de Filipe Arranches. Assirio & Alvim-Camara municipal de Lisboa, 2000

Prácticamente desconocido en esta parte del mundo, el comic Portugués tiene una larga historia, iniciada -como en muchos países- con dibujos satíricos y humorísticos a fines del siglo XIX.

Tengo en mis manos dos bellos ejemplos de la historieta Portuguesa. El primero, es la "história de Lisboa", de Filipe Abranches en el dibujo, y textos del historiador A. H. Oliveira Marques. En una edición de gran formato, Abranches recurre a la evocación del grabado, y compone sus páginas con el simple uso de la tinta sobre fondos amarillentos, deslavados, como para convencernos de que estamos frente a un documento de la época. Esta sensación no es gratuita: El autor trabaja con un trazo suelto y muy expresivo, pero nunca olvida que su dibujo es el vehículo de un argumento histórico. El dibujo de ambientes, arquitectura, vestuario y tipos humanos es de una precisión documental.

Cravo y ferradura. Tiras de Jose Bandeira. Gradita publicacoes, Lisboa, junio de 2005

El segundo libro es Cravo y ferradura , una recopilación de humor gráfico de Jose Bandeira. Selección de tiras publicadas en el Diario de noticias, nos presenta el amplio espectro temático que puede abarcar un humorista perceptivo. La irreverencia y la sátira se vehicula con un humor sutil y muchas veces casi surrealista, que hereda el carácter humanista del humor gráfico político-social. Un dibujo sintético apoyado -en sus últimas épocas- en el color digital, donde abundan caricaturas de personajes de la actualidad portuguesa y mundial.

Marín Cáceres R.

História de Lisboa, volume II, 1580-1974, texto de A.H. Oliveira Marques e desenhos de Filipe Abranches, Assírio & Alvim ? Câmara Municipal de Lisboa, 2000

Praticamente desconhecida nesta parte do mundo, a Banda Desenhada portuguesa tem uma longa história, iniciada ?como em muitos países? com desenhos satíricos e humorísticos nos finais do século XIX.

Tenho em mãos dois bons exemplos da Banda Desenhada portuguesa. O primeiro é a "História de Lisboa", com desenhos de Filipe Abranches e textos do historiador A. H. Oliveira Marques. Numa edição de grande formato, Abranches recorre à evocação da gravura e compõe as suas páginas com o simples uso da tinta sobre fundos amarelados, deslavados, como que para nos convencer que estamos perante um documento de época. Esta sensação não é gratuita: o autor apresenta um traço solto e muito expressivo, mas não esquece nunca que o seu desenho é o veículo de um argumento histórico. O desenho de ambientes, arquitectura, guarda-roupa e figuras humanas é de uma precisão documental.

Cravo e Ferradura, desenhos de José Bandeira, Gradiva Publicações, Lisboa, Junho de 2005

O segundo livro é de Cravo e Ferradura, uma compilação de humor gráfico de José Bandeira. Uma selecção de tiras de Banda Desenhada publicadas no Diário de Notícias apresenta-nos o vasto espectro temático que pode abarcar um humorista perceptivo. A irreverência e a sátira são veiculadas com um humor subtil e muitas vezes quase surrealista, que herda o carácter humanista do humor gráfico político-social. Um desenho sintéctico apoiado ?nos seus últimos tempos? na cor digital, onde abundam caricaturas de personagens da actualidade portuguesa e mundial.

Marín Cáceres R.

A Pior Banda do Mundo: O Quiosque da Utopia, Volumen Uno. Guión y dibujos: José Carlos Fernández. Devir Ediciones.

José Carlos Fernandes es un autor que goza regalando guiños a sus lectores. De entre sus referencias declaradas destacan Laurie Anderson, Georges Perec, John Zorn, Alain Resnais, y por supuesto, su querido Jorge Luis Borges. "O Quiosque da Utopia", volumen uno de su serie "A Pior Banda do Mundo" se compone de treinta y dos retazos de historietas ejecutadas siempre a dos páginas.

En estas pequeñas historias, sus personajes y su devenir se topan, ramifican, entrelazan, tejiendo un universo que, siguiendo la tipología de Todorov, podríamos calificar de "fantastico-maravilloso", por cuanto nos sorprende con explicaciones cuyas razones no responden a la lógica ni al sentido común. Los versos de Roberto Juarroz que hacen de epígrafe de la historieta rezan: "Las escasas consistencias del mundo/ Comienzan siempre en los rincones", y de eso se trata exactamente esta historieta, que nos muestra las vidas de personajes minúsculos en un mundo que nos sorprende con una realidad mágica y extraña que florece por doquier, un mundo cuyas consistencias se disuelven en los limbos de la irrealidad.

Todo en "Quiosque…" sucede en una ciudad que flirtea en una época cristalizada en los años 30 o 40, llena de personajes con nombres que bien podrían provenir de las mejores paginas de Kafka o Borges: Anatole Kopek, Sebastian Zorn, Konstantin Zetetis, Ladilslau Zvenk, Dimitri Sikorsky. Incluso las calles de la ciudad le sirven a Fernandes para cargar de sentido su historieta. No es casualidad que el autor ubique su "Quiosco de la Utopía" justamente en la esquina de Bakunin y Tomás Moro.

Los argumentos de Fernandes van desde un hombre que colecciona coincidencias (pues las supone depositarias de oscuros designios) hasta una repugnante conspiración entre la pujante industria de la liposucción y los fabricantes de Yogurts. Otra de sus historias sugiere la posibilidad de barrer los sonidos que persisten en las habitaciones previamente ocupadas (¿referencia al Ballard de "El Barrendero de Sonidos"?) y en otras páginas juega con la Borgeana y aterradora posibilidad de que nuestras vidas no sean sino parte de los sueños de otro. Pero Fernandes no es sólo un autor erudito y solemne, pues en sus paginas hay espacio para el humor y una fina ironía que se pueden disfrutar en "A Revelacao Obscura" y en "O Apelo da Alta Fidelidade". Pero también hay lugar para postales melancólicas como las de " A Eliminacao das memórias".

Su admiración por Borges no sólo se hace evidente en la construcción de su universo y sus argumentos, sino que también a través de los gemelos Leopoldo e Isidoro Nazca, hechos a imagen del desaparecido escritor argentino y que, al igual que éste, han consagrado sus vidas al estudio de los libros y la escritura como puede verse en" O Declinio dos Hábitos de Leitura" y en "O Colapso Gravitacional".

Cierta melancolía flota en estas páginas de colores ocres y de historias que aluden a un mundo pretérito, ingenuo y mágico, en tanto escapa a la lógica cartesiana.

Fernandes es un poeta, un narrador y un maestro de la síntesis. En sus historietas se contempla un universo que cuestiona al nuestro, al devolvernos un reflejo especular que permanece lleno de una fantasía que, de este lado del espejo, hace ya mucho rato parecemos haber perdido.

A Última Obra-Prima de Aaron Slobodj. Guión y dibujos: José Carlos Fernández. Devir Ediciones.

Fernandes realiza un experimento formal en este libro del 2004. Primero corta literalmente cada página en dos secciones independientes. Arriba, dispone una serie de ilustraciones y abajo, igual cantidad de textos. Todo esto unido a la totalidad por un espiral, permitiendo al lector combinar aleatoriamente los textos respecto de las imágenes.

El autor nos presenta su nueva creación: Se trata de la vida y obra del artista armenio Aaron Slobodj a quién se le supone el verdadero cerebro detrás de este libro objeto conocido como Big Bang, obra que permaneció inédita tras la inexplicable desaparición de Slobodj en medio del océano Atlántico acaecida en 1964. José Carlos Fernandes sería sólo un recopilador y organizador del material redescubierto recién en el 200 y puesto a punto especialmente para esta edición.

El prólogo nos dice que Slobodj "…es uno de los dos grandes artistas de nuestro siglo". Para introducirnos en su fascinante obra, Fernandes perpetra una cuidadosa biografía del artista apócrifo, e incluso se da tiempo para crear una polémica ficticia gracias a la publicación de una carta que revela la falsificación de una de las ilustraciones contenidas en el libro, seguida a su vez por una nota aclaratoria del editor.

El libro está lleno de ilustraciones insólitas, especie de instantáneas, muchas de ellas cercanas a la imaginería de ciencia ficción de los años 50. Los textos que las acompañan son remedos de historias: "Arnold tenía razón: Los discos contienen mensajes satánicos, pero estos sólo eran perceptibles cuando el disco era puesto a rodar en el sentido inverso".

Fernandes tensiona la relación que supone siempre un estrecho vínculo entre imagen y texto. La imagen es anclada por un texto que la fija, pero ¿Qué sucede cuando el texto varía y hace que la imagen se dispare hacia nuevos derroteros? ¿Qué le pasa al texto cuando la imagen le otorga nuevas posibilidades de interpretación? Hasta es posible que Fernandes haya incluido entre las tantas combinaciones posibles, algunas que provocaran una lectura "correcta" que sellara la fragmentación, pero "el mal" ya ha tenido lugar. La supuesta relación texto/imagen (tan disectada por Magritte) ha sido nuevamente rota, burlada, fragmentada. El juego de espejos que nos muestra al falso Slobodj es una jugarreta que nos sumerge en la confusión del dato y la cita bibliográfica falsa, tan caras al maestro Borges y a su discípulo portugués. Un dato que de seguro gustará a Fernandes es que en la década del 30, Borges jugó a alterar los textos de la historieta "Alley Oop" de Vincent T. Hamlin, historieta que en manos del escritor pasó a llamarse "Peloponeso y Jazmín". Los textos originales fueron recreados por Borges para parodiar a la inteligentzia bonaerense de la época. El experimento de substitución textual se publicó en el suplemento literario del periódico "Crítica". Así, este romance entre Literatura e historieta tuvo también en manos de Julio Cortázar otro interesante episodio en que el escritor de Rayuela sustituyó los diálogos de un capítulo de Fantomas y lo transformó en "Fantomas contra los Vampiros Multinacionales"

No obstante, el experimento de Fernandes, es diferente al de sus predecesores, pues se afirma no en la mera sustitución, sino que en un divorcio abierto a nuevas relaciones, pero como afirma el falso prólogo de Zacharias Sontag: "Ninguna de las imágenes /textos Big Bang tenga sentido". Más adelante, este mismo alter ego del historietista afirma que gracias a la intuición de Slobodj y su Big Bang, nace un mundo que sólo comenzaría a descubrir la interactividad un cuarto de siglo más tarde.

Artista completo este Aaron Slobodj que permite a Fernandes volver sobre el tema de la falsa cita, la erudición y las diferentes resonancias que la fusión de un texto y una imagen pueden provocar en la larga, acaso eterna, lista de lectores posibles de este libro, verdadera rareza y manjar exquisito para los seguidores del mito de Aaron Slobodj y de su veraz personaje, José Carlos Fernandes.

Carlos A. Reyes G

A Pior Banda do Mundo: O Quiosque da Utopia, Volume I, Argumento e desenhos de José Carlos Fernandes, Edições Devir.

José Carlos Fernandes é um autor que tem prazer em brindar os seus leitores com referências constantes. Entre as suas referências declaradas destacam-se Laurie Anderson, Georges Perec, John Zorn, Alan Resnais e, claro, o seu querido Jorge Luis Borges. "O Quiosque da Utopia", primeiro volume da sua série "A Pior Banda do Mundo" é composto por trinta e duas pequenas histórias de Banda Desenhada sempre em duas páginas.

Nestas pequenas histórias, as suas personagens e o que lhes sucede chocam-se, ramificam-se, entrelaçam-se, tecendo um universo que, seguindo a tipologia de Todorov, poderíamos qualificar de "fantástico-maravilhoso", pelo que nos surpreende com explicações cujas razões não respondem à lógica nem ao senso comum. Os versos de Roberto Juarroz que fazem de epígrafe à história rezam: "Las escasas consistencias del mundo/ Comienzan siempre en los rincones", e disso mesmo trata esta história, que nos mostra a vida de personagens minúsculas num mundo que nos surpreende com uma realidade mágica e estranha que floresce por toda a parte, um mundo cujas consistências se dissolvem nos limbos da irrealidade.

Tudo no "Qiosque" sucede numa cidade que namora e seduz numa época cristalizada dos anos 30 ou 40, cheia de personagens com nomes que poderiam muito bem provir das melhores páginas de Kafka ou Borges: Anatole Kopek, Sebastian Zorn, Konstantin Zetetis, Ladislau Zvenk, Dimitri Sikorsky. Até as ruas da cidade Fernandes aproveita para encher de sentido a sua Banda Desenhada. Não é por acaso que o autor localiza o seu "Quiosque da Utopia" precisamente na esquina da Bakunine com a Tomás Morus.

Os argumentos de Fernandes vão desde um homem que colecciona coincidências (uma vez que as supõe depositárias de desígnios obscuros) até uma repugnante conspiração entre a pujante indústria da lipossução e os fabricantes de iogurtes. Outra das suas histórias sugere a possibilidade de varrer os sons que persistem nos quartos previamente ocupados (referência a Ballard em "The Sound-Sweep"?) e noutras páginas joga com a Borgeana e aterradora possibilidade de que as nossas vidas não sejam mais que parte dos sonhos de outros. Mas Fernandes não é só um autor erudito e solene, pois nas suas páginas há espaço para o humor e uma fina ironia que se podem desfrutar em "A Revelação Obscura" e "O Apelo da Alta Fidelidade". Mas também há lugar para postais melancólicos como as d?"A Eliminação das Memórias".

A sua admiração por Borges não é apenas evidente na construção do seu universo e dos seus argumentos, mas também através dos gémeos Leopoldo e Isidoro Nazca, feitos à imagem do desaparecido escritor argentino e que, à semelhança deste, consagraram as suas vidas ao estudo dos livros e da escrita, como se pode ver n?"O Declínio dos Hábitos de Leitura" e n?"O Colapso Gravitacional".

Flutua uma certa melancolia nestas páginas de cores ocres e de histórias que aludem a um mundo passado, ingénuo e mágico, de tal forma escapa à lógica cartesiana.

Fernandes é um poeta, um narrador e um mestre da síntese. Nas suas histórias contempla-se um universo que questiona o nosso ao devolver-nos um reflexo especular que permanece repleto de uma fantasia que, deste lado do espelho, parecemos já há muito ter perdido.

A Última Obra-Prima de Aaron Slobodj, argumento e desenhos de José Carlos Fernandes, Edições Devir.

Fernandes realiza uma experiência formal neste livro de 2004. Primeiro, corta literalmente as páginas em duas secções independentes. Em cima, dispõe uma série de ilustrações e, em baixo, igual quantidade de textos. Tudo isto unido na sua totalidade por uma espiral, permitindo ao leitor combinar aleatoriamente os textos e as imagens.

O autor apresenta-nos a sua nova criação: trata-se da vida e obra do artista arménio Aaron Slobodj, que se supõe ser o verdadeiro cérebro por trás deste livro-objecto conhecido como Big Bang, obra que permaneceu inédita devido ao inexplicável desaparecimento de Slbodj no meio do Oceano Atlântico em 1964. José Carlos Fernandes seria apenas um recompilador e organizador do material redescoberto em 2000 e preparado especialmente para esta edição.

O prólogo diz-nos que Slobodj "é um dos grandes artistas do nosso século". Para nos apresentar a sua fascinante obra, Fernandes cria uma cuidadosa biografia do artista apócrifo, e ainda se dedica a criar uma polémica fictícia provocada pela publicação de uma carta que revela a falsificação de uma das ilustrações contidas no livro, por sua vez seguida de uma nota explicativa do editor.

Este livro está cheio de ilustrações insólitas, um espécie de fotografias instantâneas, muitas das quais próximas do imaginário da ficção científica dos anos 50. Os textos que as acompanham são arremedos de histórias: "Arnold tinha razão: os discos continham mensagens satânicas, mas estas só eram perceptíveis quando o disco era posto a rodar no sentido inverso."

Fernandes joga com a relação que supõe sempre um vínculo estreito entre imagem e texto. A imagem está ligada a um texto que a prende, mas que sucede quando o texto varia e faz com que a imagem dispare em novas direcções. Que acontece ao texto quando a imagem lhe outorga novas possibilidades de interpretação? Até é possível que Fernandes tenha incluído entre as tantas combinações possíveis algumas que provocassem uma leitura "correcta" que selasse a fragmentação, mas "o mal" já se dera. A suposta relação texto/imagem (tão dissecada por Magritte) foi novamente destruída, burlada, fragmentada. O jogo de espelhos que nos mostra o falso Slobodj é uma partida que nos submerge na confusão de dados e da falsa citatação bibliográfica, tão caros ao mestre Borges e ao seu discípulo português. Um dado que com certeza agradará a Fernandes é que na década de 30 Borges brincou com os textos da Banda Desenhada "Alley Hoop" de Vincent T. Hamlin, alterando-os e ao seu título para "Peloponeso y Jazmín". Os textos originais foram recriados por Borges para parodiar a inteligência de Buenos Aires da época. A experiência de substituição textual foi publicada no suplemento literário do jornal "Crítica". Assim, este romance entre a Literatura e a Banda Desenhada teve também às mãos de Julio Cortázar outro interessante episódio em que o escritor de Rayuela substituiu os diálogos de um capítulo de Fantomas e o transformou em "Fantomas contra os Vampiros Multinacionais".

Apesar disso, a experiência de Fernandes é diferente dos seus predecessores, pois apoia-se não na mera substituição, mas num divórcio aberto a novas relações; mas como afirma o falso prólogo de Zacharias Sontag: nenhuma das imagens/textos Big Bang faz sentido. Mais à frente, este mesmo alter ego do autor de Banda Desenhada afirma que graças à intuição de Slobodj e ao seu Big Bang, nasce um mundo que só começaria a descobrir a interactividade um quarto de século mais tarde.

Artista completo este Aaron Slobodj que permite a Fernandes regressar à questão da falsa citação, da erudição e das diferentes ressonâncias que a fusão de um texto e uma imagem podem provocar na longa, talvez eterna, lista de leitores possíveis deste livro, verdadeira raridade e manjar delicioso para os seguidores do mito de Aaron Slobodj e da sua veraz personagem, José Carlos Fernandes.

Carlos A. Reyes G

André Lemos. Quem é este homen? O que fez? O que faz? O que fará?

Lo primero que inquieta en este trabajo de André Lemos es su expresionismo. No se trata sólo del uso del blanco y negro, a veces con grandes manchas de tinta sobre las que se recortan los personajes u objetos, si no de un trazo vigoroso, que se deja ver, algo ingenuo e infantil, pero que es tremendamente efectivo, y que no ocupa más de cinco o seis viñetas por página.

Un hombre se conoce por sus acciones, parece sugerir el comienzo del texto, y "La hipotenusa de una corriente" no es si no el relato de la pesca de un pez maravilloso, pero demasiado parlanchín, y de lo que hubo de hacer para deshacerse de él.

Un poema gráfico en el que aflora un surrealismo de buena cepa, con vaquillas multimembrales que se van en un automóvil volador y cosas así. Un poema que es autoconciente y que refiere constantemente a sí mismo ("lo hizo trece cuadritos atrás", dice uno de los personajes).

Tal vez aparezca el pez, finalmente, y declame estos versos visuales de André Lemos, en un portugués cadencioso y citadino o, mejor, con la voz cascada por el ron de las noches del campo.

José Carlos Fernandes. A pior banda do mundo apresenta: O quiosque da utopía

Esta es la primera entrega de una serie presentada por la peor banda del mundo, que anuncia cinco títulos adicionales. Todos los nombres de los volúmenes suenan legendarios y paradójicos, como si pudiésemos voltear tantísimo la cinta de los días cotidianos para encontrarnos, de pronto, de improviso, en la cinta de Moebius que se tuerce, a pesar de la física y los policías, haciéndonos chocar de frente con otras realidades, más suculentas y creativas.

El tono ocre de este trabajo de Fernández, que reune treinta y dos minihistorias, le da al conjunto un aire de fotografía antigua, con todo lo que tiene de melancólico, vetusto y otoñal. Los cuatro músicos de la "peor banda del mundo" practican tres horas por día, hace veintinueve años y suenan mal. Tal vez porque sus instrumentos son una ruina, pero parece que el oído musical de algunos de ellos no ha sido capaz de mejorar a pesar de toda esa práctica.

A partir de ellos soñamos recorrer las calles de Lisboa, o de cualquier otra ciudad lusitana, capturando imágenes de su vida interior. Son un puñado de historias simples y a la vez extrañas. Inquietantes, pero cotidianas. Así está la bellísima de El Compilador de Coincidencias. Las terribles verdades tras "la Revista Más Linda" y "La Galería de las Estrellas Moribundas"…

Cada historia, brevísima relación de hechos aislados, solitarios, excepcionales, límites, a veces surreales, irónicos, divertidos o terribles, arroja una luz sobre la naturaleza humana. Nos permite meditar sobre nuestro tiempo y nuestra realidad, como el tema de los modelos de belleza en "La Industria Nacional de Liposucción", la desconfianza latente en "El Detector de mensajes Satánicos" o los ribetes del pensamiento político en "Partido popular Idiosincrático".

Un par de Borges (sí, el escritor, en versión historieta y algo menos ciego), se adueñarán de las últimas historias, hasta que el líder de la banda se canse de 30 años de fracasos hasta en los ensayos, y decida que no habrá más. A partir de mañana ya no más. El contrabajista sabe que la banda nunca será exitosa, se lo ha dicho Cornelius Gauss, el experto en revelaciones, de "Revelación Oscura". Pero, ya se sabe "…las personas no quieren que les sea revelado nada que no sepan ya…"

Antonio Lobos G.

André Lemos. Quem é este homem? O que fez? O que faz? O que fará?

A primeira coisa que inquieta neste trabalho de André Lemos é o seu expressionismo. Não se trata só do uso do preto e branco, às vezes com grandes manchas de tinta sobre as quais se recortam as personagens ou objectos, mas de um traço vigoroso que se deixa ver algo ingénuo e infantil, mas é tremendamente eficaz, e que não ocupa mais de cinco ou seis vinhetas por página.

Conhece-se um homem pelas suas acções, parece sugerir o início do texto, e "A Hipotenusa de uma Corrente" não é senão o relato da pesca de um peixe maravilhoso, mas que fala de mais, e do que tiveram de fazer para se desfazerem dele.

Um poema gráfico em que se aflora um surrealismo de boa cepa, com vaquinhas com múltiplos membros que se vão embora num automóvel voador, e coisas assim. Um poema que é auto-consciente e que faz referências constantes a si mesmo ("Já o fiz há três quadradinhos", diz uma das personagens).

Pode ser que apareça o peixe, finalmente, e declame os versos visuais de André Lemos, num português cadenciado e citadino ou, melhor, com a voz cansada devido ao rum das noites no campo.

José Carlos Fernandes. A Pior Banda do Mundo apresenta: O Quiosque da Utopia

Este é o primeiro volume de uma série apresentada pela "Pior Banda do Mundo", que anuncia cinco títulos adicionais. Todos os nomes dos volumes parecem lendários e paradoxais, como se pudéssemos repetir muitas vezes o filme do quotidiano para nos encontrarmos, imediatamente, inesperadamente, na tira de Moebius que se torce, apesar da física e dos polícias, fazendo-nos chocar de frente com outras realidades, mais suculentas e criativas.

O tom ocre deste trabalho de Fernandes, que reúne trinta e duas mini-histórias, dá ao conjunto um ar de fotografia antiga, com tudo o que ela tem de melancólico, vetusto e outonal. Os quatro músicos da "Pior Banda do Mundo" ensaiam três horas por dia há 29 anos, e tocam mal. Talvez por os seus instrumentos serem uma desgraça, mas parece que o ouvido musical de alguns deles não melhorou apesar de tanto ensaio.

A partir de eles sonhamos percorrer as ruas de Lisboa, ou de qualquer outra cidade lusitana, capturando imagens da sua vida interior. São um punhado de histórias simples e por vezes estranhas. Inquietantes, mas quotidianas. Assim é a belíssima história d?"O Compilador de Coincidências". As terríveis verdades por trás d?"A Revista Mais Linda" e d?"A Galeria de Estrelas Moribundas".

Todas as histórias, brevíssimas relações de factos isolados, solitários, excepcionais, limites, às vezes surreais, irónicos, divertidos ou terríveis, lançam uma luz sobre a natureza humana. Permitem-nos meditar sobre o nosso tempo e a nossa realidade, como a questão dos modelos de beleza em "A Indústria Nacional de Lipossucção", a desconfiança latente n?"O Detector de Mensagens Satânicas" ou os comentários do pensamento político em "Partido Popular Idiossincrático".

Um par de Borges (sim, o escritor, em versão Banda Desenhada e algo menos cego) apoderam-se das últimas histórias, até o líder da banda se cansar de 30 anos de fracassos mesmo nos ensaios, e decidir pôr-lhes fim. Já a partir de amanhã. O contrabaixo sabe que a banda nunca terá êxito, assim o disse Cornelius Gauss, o perito em revelações, de "Revelação Obscura". Mas já se sabe, "as pessoas não querem que lhes seja revelado nada que não saibam já?"

Antonio Lobos G.

468 ad

Leave a Reply