Una nueva revista de historietas chilena está en los quioscos. De la mano de algunos de los autores ya clásicos de nuestro país, MAKABRO es una nueva apuesta editorial en un negocio que siempre tiene un fin incierto. Un negocio que está hecho a pulso, casi artesanalmente y sostenido únicamente por las ganas y los sueños de los que aman aquello que hacen. Una revista profesional que contrasta con otra propuesta: la de la revista TINTA NEGRA, un fanzine producido por autores noveles que se conocieron al amparo del foro de Ergocomics.
Dos muestras de buena historieta en ambos extremos de la cadena creativa. El fanzine TINTA NEGRA, muy próximo en su realización a una revista profesional, se la juega por un tipo de comic legible, con guiones armados y sólidos dibujos. Con este fanzine sus autores se desmarcan de aquel manido concepto de la revista underground, del �comix� rupturista e ilegible. Los tiempos de Matucana, en su primera época, parecen ya quedar muy lejos, lo que supone una saludable evolución en la percepción de la producción de una revista amateur.
Con suerte, ambas publicaciones perdurarán. Con suerte, serán imitadas y otras producciones serán lanzadas. No creo que sea el renacer de una industria, ni de un movimiento masivo y mediático. Pero es -en el caso de MAKABRO- una oportunidad para reencontrar viejos talentos y para que las nuevas generaciones entiendan que cualquier árbol tiene raíces. En caso de TINTA NEGRA, la creación de factorías de dibujos para que los talentos más nuevos entren en el rodaje profesional. En un sentido más amplio, estas revistas, junto a un gran número de fanzines de diversa periodicidad, la dan al público la apariencia de que la historieta nacional se resiste a morir y, de paso, es fuente de motivación para muchos que desean entrar en este mundo.
Como lectores tenemos la responsabilidad de comprar estos productos, como profesionales debemos apoyarlas en lo técnico. Que dos publicaciones tan diferentes pero a la vez tan similares estén en la calle, indica que existe un mercado potencial y virtual en nuestro país. De nosotros depende que pase con él.