Demoliendo Mesas Redondas

Que este país es raro, claro que lo es, y si hablamos del tema que nos interesa, no deja de sorprendernos con suspicacias; la historieta siempre es un tema tratado desde el margen, con lejanía y rebusque innecesario. Hay , cada cierto tiempo, una crecida desproporcionada de festivales de comic, bien si pensamos en lo ingrato y denostado que es el medio, mal si somos realistas diciendo que no hay publicaciones, o sea no tantas como para celebrar con tanto evento. La experiencia de haber sido invitado a un encuentro de dibujantes en la sierra cordobesa argentina (ver nota), me hace reflexionar en muchos de los puntos que se repiten en este tipo de reuniones, por ejemplo, las mesas redondas llenas de dibujantes o guionistas, pontificando con las fórmulas alquímicas del éxito comercial, un ladrillazo de egos que se empeora con la descripción curricular detallada de los que conforman la mesa. Un punto de diferencia del encuentro argentino es que no tenían mesas redondas, había charlas magistrales eso sí, y, por sobretodo, actividades de apertura, instancias sociabilizantes de dibujantes a los que se les hace dibujar. Un botón de muestra de las actividades del encuentro trasandino es una jornada de dibujo en la plaza de un pueblo o en una cárcel, ¡sí, una cárcel!, de más está decir que la bienvenida exitosa a estas instancias estuvo más que asegurada. El tono de por estos lares sigue por el lado del hermetismo, el mirarnos las caras con cinismo y las latas eternas de las demasiado bien ponderadas mesas redondas.

Un punto a seguir es el rescate de la época de oro de la historieta chilena, y aquí es donde espero con ansia el encuentro con Juan Marino, creador del clásico "Dr Mortis", programado como gran "vedette" del Día de la Historieta.

Acá me detengo y me saco el sombrero (bueno, no uso pero ustedes entienden) ante la gran posibilidad de tener ante nuestros ojos parte de nuestra historia como país y como creadores.

Este número ergocómico viene cargadito al humor gráfico argentino, producto del encuentro citado, más alguna visita a la ciudad del obelisco de uno de nuestros inquietos colaboradores, más notas a autores y obras nacionales y la preparación de un número especial para el mes de diciembre.

¡Eso por el momento y nos vemos el Día de la Historieta!

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