BUBA, historieta mexicana
meramente filosófica, güei... por Christiano |
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Con el alma bocabajo voy besando las aceras
Largamente fatigado por el cáncer de la pena Fatalmente sepultado por el polvo y la tristeza Escarbando en el abúlico panorama actual de la publicación de cómics latinoamericanos, nos encontramos con esta gratificante y animosa sorpresa producida íntegramente en el país de Juan Rulfo, la lucha libre y las enchiladas. Editada nada más y nada menos que por VID, transnacional responsable de las versiones en español de los super héroes norteamericanos perpetrados por la DC COMICS (Batman, Superman, Liga de la justicia, etc.), y que ahora nos presenta a este nuevo artista -o por lo menos para nosotros- : JOSÉ QUINTEROS, o si prefieren JOSÉ MARTÍNEZ QUINTEROS, sólido dibujante y virtuoso fabulista que nos deleita con las surrealistas aventuras de Buba, una reflexiva niñita que mueve su eternamente cuestionada existencia entre una poesía potenciada, desgarradora y hermosa, el relato intimista (tan característico del llamado -o mal llamado- cómic de autor) y las eternas preguntas para la filosofía y los filósofos, Nietzche y otros ilustrísimos son mencionados y dibujados a destajo a través de todo el libro; Y excusa que refute tu existencia........ .....inútil e irreal como la mía Quinteros, creador con una inagotable fuente de recursos, intercala entre cada cómic textos que cuentan, somera y entretenidamente, como fue la gestación de los mismos. Así pues, mientras avanzamos y nos encariñamos inevitablemente con Buba, también nos enteramos de la historia no-oficial, lo que no se vio. Este álbum compilatorio ( 1989-99) fue seleccionado de las páginas de revistas mexicanas tan serias y profesionales como [email protected] . Otro detalle a destacar es que, viniendo de VID, la distribución fue realizada casi por completo a kioscos (hablamos de noviembre del 2000), y aquí el autor vuelve a descollar con el papel de advertencia de la portada: “recomendado para niños entre seis y ochenta años, que gusten del arte”. Esto último (la distribución) le dio al álbum un aura de misterio amparada por el total desconocimiento del autor y el personaje, lo que, en mi caso personal, significó aventurarse en un comiquero mar de preguntas del tipo “¿valdrá la pena comprarle?” o “¿será sólo una portada sugerente? (con los editores de superhéroes nunca se sabe)”, pero la sentida prosa de Quinteros parecía deambular mágicamente por el aire: dos amigos míos ,vinculados al quehacer comiquero nacional se cuestionaban idénticamente la posibilidad de compra del libro. Para cuando por fin me decidí, y adquirí mi ejemplar, llamé a uno de mis dudosos amigos para contarle que no se arrepentiría, y ¡oh! grata sorpresa; él también se había decidido, y pudimos comentar maravillados la obra, fin del cuento; el tercer amigo tampoco se arrepintió, y yo diría que casi ninguno de los que han conocido a BUBA, lo ha hecho. Pero cuando llegan a nuestras manos obras artísticas, cómics en este caso, que escapan de las facturas tradicionales, siempre es saludable continuar con el jueguito de las preguntas: ¿historieta o filosofía? ¿Ecuación existencial o simples tiras cómicas? Tal vez es sólo la depresión sobreactuadamente endémica del autor, que no remilga en hacer alarde de sus amores, pasiones y sentidas penas, creando un personalísimo universo de personajes y situaciones para el deleite de los que disfrutan de las mixturas y combinaciones. |
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“¿Por qué lloran los querubes si a un lado están del eterno? Lloran por la grande pena de ser dos a un solo tiempo Si bien su rostro en la gloria Su cuerpo está en el infierno. Sin frenos creativos ni mercantilistas, Buba, la gran disconforme, desafía al público incauto a descifrar segundas lecturas, con una propuesta valiente y jugada. Si el libro usa la poesía, ésta está hecha con las entrañas; si el leit motiv es la disección del pensamiento occidental, ésta proviene de un corazón bombeando a mil; si este compilado abusa de un dibujo oficioso, éste fue trazado con una acojonante valentía que llega a doler a veces. “....me fui arrullando con el veneno de la serpiente... .....hoy soy un feto habitando el útero de la muerte. En definitiva, Buba es una obra madura y J. Quinteros un talentoso autor para tener en cuenta, sobretodo para los pontificadores de los límites de la historieta (establecer fronteras es terrible, pero defenderlas es patético), que en este país, estresándose por no-hacer, parecen ser legión. Luego sal que se endurece, luego fósil, luego piedra Apenado de mi suerte, esculpido en la vergüenza ¿No deduces de mi muerte, que es la vida quien me entierra? Mafalda la inevitable.... Si hablamos de historieta latinoamericana, de personajes infantiles femeninos, el nombre de la gran creación de Joaquín Lavado (QUINO) surge inevitablemente, casi como una sublime maldición de nuestro inconsciente colectivo.Es bien sabido que desde la época de gestación del insigne personaje argentino, ha corrido mucha tinta bajo los puentes del cómic y, en este sentido, comparar a BUBA con MAFALDA puede resultar un ejercicio peligroso (por decir lo menos) y, en este caso, sólo nos queda la hidalguía de reconocer las notables diferencias que van , como ya mencioné, desde las épocas tan dispares de realización de los cómics, hasta los intereses temáticos de cada autor: Mafalda, discursiva, contingente, inmediata, sociabilizando agriamente con el resto de personajes de la tira. Buba, también discursiva, mínimamente contingente, sus frases hechas, magníficamente hechas, su pena íntima, antisocial, autodestructiva, compartiendo con sus comparsas del mundo de la imaginación y del otro también, casi como una desagradable imposición de los cánones de la historieta. |
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